RECINTO INFERIOR

Acabamos de superar la Torre del Cristo, accediendo de este modo al Recinto Inferior. Este es un espacio intermedio, donde los soldados solían hacer vida. Aquí se combinaban no solo elementos de las actividades cotidianas, si no también componentes meramente militares.

Tras salir de la Torre del Cristo, el camino se bifurca rodeando la muralla del Recinto Superior. En este espacio inmediato, aún existen restos visibles de antiguas piletas de garum romanas. Estas fueron excavadas en la roca, y se utilizaron a modo de silos en época musulmana.

«El garum era una salsa de pescado que producían los romanos. Esta era almacenada en piletas al sol a modo de secaderos.»

PARTE ESTE DEL RECINTO INFERIOR.

Nosotros emprenderemos el camino hacia la derecha. Allí, son pocos los restos que se conservan de la fortificación. Y es que esta zona estuvo plagada de casas en el siglo XIX, en lo que fue la Calle Banda del Mar.

Aunque bien es cierto, que no se ha excavado todavía en profundidad. Por eso, en su rehabilitación, se plantearon unos jardines, así como la apertura de un pequeño bar.

Detrás del mismo, unas escaleras nos permiten acceder al adarve de la muralla. Allí podremos disfrutar de las vistas a modo de mirador. A partir de este punto el camino queda cerrado al público.

«Si tenemos en cuenta la extensión de la Alcazaba, solo podemos visitar un 60% de su espacio. El 40% restante son zonas en las que aún existen intervenciones arqueológicas.»

ZONA RESTRINGIDA DEL RECINTO INFERIOR.

En esta zona restringida, que comprende toda la zona este y norte del Recinto Inferior, se integran algunos elementos de importancia que mencionamos a continuación.

Torre de los Abencerrajes o del Socorro: En el interior de esta torre se encuentra la puerta de acceso al pasillo murado que comunica la Alcazaba con el Castillo de Gibralfaro. Es la conocida como Coracha.

Pozo Airón: También en esta zona cerrada al público, está el conocido como Pozo Airón. Se trata de un gran pozo de unos 30 metros de profundidad que fue excavado en la roca del monte. Este llegaba hasta un manantial de agua natural que proporcionaba agua a todas las personas que vivían en ella.

«En el Castillo de Gibralfaro se conserva otro pozo de similares características y que lleva el mismo nombre, Airón.»

Para poder extraer el agua, se sabe de la existencia de una noria, de la que se conserva su arranque.

Torre del Tiro: Otra de las torres ubicadas en este espacio del recinto es la Torre del Tiro. Esta se encuentra sin reconstruir. Se trata de un gran cubo macizo elaborado en tapial, desde donde arrancaba la muralla defensiva que rodeaba la ciudad en época musulmana.

A partir de este punto, el camino se va estrechando hacia el norte de la fortaleza, envolviendo el Recinto Superior. Quedando de esta forma un angosto pasillo rodeado de murallas, donde se encontraban las mazmorras.

Mazmorras: En la cara norte del Recinto Inferior se han conservado a día de hoy dos mazmorras subterráneas. Estas se construyeron como una especie de agujero en el suelo con forma de embudo invertido. Así se trataba de imposibilitar la huída de los prisioneros.

“Las mazmorras de la Alcazaba son idénticas a las existentes en la Alhambra de Granada.”

Al encontrarse en el norte, son zonas bastante húmedas. Por eso, se sabe que la vida de los cautivos debió ser bastante dura. Estos solían trabajar durante largas jornadas para acabar el día encerrados en estos boquetes.

PARTE OESTE DEL RECINTO INFERIOR

Salimos de la zona restringida para volver de nuevo al punto donde iniciamos el recorrido del Recinto Inferior, es decir, a la Torre del Cristo. En este caso giramos hacia la izquierda para continuar con la visita.

Silo: Tras subir una pequeña cuesta, a la derecha se esconde un silo. Este fue construido aprovechando las antiguas piletas de garum romanas. Al igual que las mazmorras, eran agujeros excavados en el suelo con forma de embudo invertido. Estos estaban situados en la ladera sur del monte, por lo que eran lugares secos, perfectos para almacenar el grano.

Aquí se acumulaba la comida para, en caso de ataque y asedio, tener reservas para poder sobrevivir el mayor tiempo posible. En la alcazaba se construyeron varios silos, en cada uno de los recintos.

«En el asedio que llevaron a cabo los Reyes Católicos en la ciudad, hubo comida para los moradores de la alcazaba durante cinco meses. Fue considerado uno de los asedios más largos de toda la Reconquista.»

Patio de Armas: Inmediatamente después de los silos, se abre una explanada tras un arco, conocido hoy como Patio de Armas. Un bello jardín hispano-musulmán donde se asoma un mirador con vistas a la Bahía de Málaga. En época cristiana este lugar fue conocido como Plaza de San Gabriel.

De esta zona no se ha conservado ningún resto original. Pero, tras los trabajos arqueológicos llevados a cabo en este emplazamiento, se encontraron vestigios que hacían presagiar la presencia de una parroquia consagrada a San Luis. Esta fue datada del momento en el que las tropas de los Reyes Católicos conquistan Málaga y ocupan la alcazaba. Se sabe además, que esta parroquia fue construida sobre una antigua Mezquita.

«Los soldados y personas que vivían en la alcazaba utilizaban esta mezquita. Los reyes y gobernadores por su parte, tenían la suya propia en la zona palaciega.»

Además, se tiene constancia de que los cimientos de esta plaza fueron fortalecidos, ya que en ella se instalaron una batería de cañones de poco calibre, debido a que los muros no podían soportar las vibraciones que se producían al dispararlos.

ZONA ALTA DEL RECINTO INFERIOR.

Al norte del patio, dos escaleras salvan el desnivel del monte para continuar el camino hacia otra de las torres de la alcazaba.

Torre de la Vela: Esta se encuentra adosada al muro que rodea el Recinto Inferior. Y justo después de haber subido el desnivel a través de las escaleras mencionadas.

«Cuentan que en la Torre de la Vela, los Reyes Católicos instalaron una campana para conmemorar la toma de la ciudad.»

Su nombre se debe a que en su interior había siempre un velero o vigilante que se dedicaba a custodiar la Puerta de los Cuartos de Granada, única entrada al Recinto Superior.

Puerta de los Cuartos de Granada: También conocida como Puerta del Tinel o de los Arcos, es el único punto que da acceso al siguiente nivel. 

Se trata de una puerta de acceso directo doble. Es decir, se abre una puerta, y acto seguido se llega a un pequeño patinillo a techo descubierto por donde las tropas musulmanas podían atacar a los enemigos tirando diversos materiales, lo que lo convertía en una auténtica ratonera. Justo después de este patinillo se encontraba la segunda puerta.

«A través de este patinillo tiraban no solo flechas, si no también agua hirviendo, paños mojados en aceite, bolas de fuego e incluso sustancias tóxicas a los enemigos.»

Esta torre es una reconstrucción que se llevó a cabo en la rehabilitación del monumento, pues la torre original fue demolida casi por completo en 1854, debido al lamentable estado de su parte superior. De ella solo se conservaron la parte inferior y los arranques de los arcos. Su reconstrucción se hizo en base a un grabado anterior, que mostraba con detalle cómo era esta.

A partir de aquí, estaremos ya en el último recinto, el Superior.

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