RECINTO SUPERIOR

El Recinto Superior se encuentra rodeado por el último anillo de muralla. La única forma de acceder a él es a través de la Puerta de los Cuartos de Granada, ubicada al oeste.

Al otro lado, al este, se encuentra otra de las torres más importantes del recinto. La Torre del Homenaje cierra el conjunto palaciego protegiéndolo en un espacio completamente cercado. Este espacio queda además custodiado por otras numerosas y pequeñas torres.

Torre del Homenaje: Esta torre se construyó inicialmente en época taifa. Aunque fue profundamente reformada en época Nazarí, que es donde adquiere su configuración actual. En la base de esta pueden encontrarse restos de varios sistemas constructivos. Algunos ejemplos son el tapial, una especie de hormigón, sillares, o ladrillos, cada una de una etapa diferente.

«Tras la rehabilitación llevada a cabo en la alcazaba a lo largo del siglo XX, se decidió dejar la Torre del Homenaje con su aspecto original.»

Pero continuemos con el recorrido, volviendo de nuevo a la Puerta de los Cuartos de Granada. Recordemos, único acceso al Recinto Superior.

LOS JARDINES PALACIEGOS.

Una vez pasada esta, unos pasillos murados al aire libre nos van indicando el camino. Y lo hacen con numerosos cambios de dirección del recorrido, como si de un laberinto se tratase. Así, vamos salvando desniveles hasta llegar por fin a los jardines palaciegos.

Patio de la Mazmorra: Estos jardines quedan dispuestos en terrazas en diferentes niveles en torno a un silo. Fueron proyectados por el arquitecto Fernando Guerrero Strachan.

«Para muchos, esta zona es conocida como el Patio de la Mazmorra, ya que el silo fue utilizado en época cristiana como prisión.»

Poco se sabe de la composición de esta zona en época musulmana. Debido a que los restos arqueológicos encontrados no daban pista alguna de cómo debió ser este espacio. Por este motivo, se decidió convertirlo en un jardín de estilo hispano-musulmán.

Este jardín queda rodeado, como el resto del palacio, por el adarve de la muralla. Además, podemos recorrerlo para disfrutar de las bellas vistas al Mediterráneo.

EL PALACIO DE ÉPOCA TAIFA.

Dejando atrás el patio subimos por unas escaleras. Desembocamos a continuación en uno de los lugares más importantes de este área, el Palacio de Taifa.

El de taifa es el primero de los palacios musulmanes construidos en la alcazaba. Este palacio se compone de diferentes espacios, de los que caben destacar los siguientes.

Patio de los Surtidores: Del patio se conserva tan solo el pabellón sur. En su parte norte, unos árboles sustituyen a la parte del palacio que no se ha encontrado. Justo detrás de estos, aprovechando el adarve de la muralla, hoy se alza un balcón que domina toda la ciudad.

Su nombre, proviene de dos surtidores que se conservan en medio del patio. De ellos originalmente manaba agua, aunque hoy están en desuso.

En cuanto al pabellón sur, existen varias zonas diferenciadas. Se trata de la zona que presenta más riqueza en cuanto a hallazgos arqueológicos se refiere. En este área fue donde residió el alcaide de la alcazaba. Después de trasladarse a la zona baja del recinto, se comenzaron a construir casas hasta tal punto, que en el siglo XX se encontraba plagado de edificaciones.

«Con los inicios de la rehabilitación de la alcazaba, comenzaron a salir a la luz los restos del palacio original. Hecho que sorprendió enormemente a los arqueólogos.»

EL PABELLÓN SUR DEL PALACIO DE TAIFA.

En este lugar se encontraron varios puntos de interés, mencionados a continuación.

Pórtico de los Arcos Festoneados: Es un pórtico formado por tres arcos. Dos de ellos son festoneados, y apoyados en dos columnas, una de ellas original. El capitel de ambas está decorado con motivos vegetales. En uno de sus cimacios, aún se observan escritos en blanco una alafia del Corán.

«El texto que puede leerse en el cimacio de la columna dice: “Y no hay vencedor sino Dios».»

Tras este pórtico, se encuentra otro de los elementos más característicos de este palacio, la triple arquería de herradura.

Triple Arquería: Esta triple arquería de herradura con alfiz presenta una decoración en yeso. Esta pretendía copiar el arte califal. Los reyes de taifas intentaban de esta forma imitar la grandeza vivida en el Califato de Córdoba.

Las dovelas de los arcos están pintadas en rojo, y en muchos casos aún perdura en ellas.

A un lado de la triple arquería, está el Pabellón de los Arcos Lobulados.

Pabellón de los Arcos Lobulados: Los presentes arcos lobulados son considerados otro de los puntos de mayor interés de la visita. Es original por completo, y su finalidad cuando se construyeron a mediados del siglo XI, era meramente decorativa. Al igual que los anteriores, trataba de emular el arte califal. Pero en este caso con materiales mucho más pobres, propios del periodo taifa.

Una vez sobrepasado este espacio, llegamos a la conocida como Torre de Maldonado.

Torre de Maldonado: Esta torre pertenece a la parte defensiva de la alcazaba. Fue remodelada cuando los Almohades ocuparon Al-Ándalus, alcanzando su aspecto actual. Anterior a este periodo, en su lugar se levantaba la antigua mezquita real. Aquí es donde los reyes de taifas oraban de manera privada.

Actualmente se han conservado sus columnas con escritos cúficos del Corán, donde se habla de Dios.

«La sala del interior de la torre también conserva una banda de decoración de lacería, con una banda epigráfica con un texto que dice, “La gloria de Dios perpetua. La gloria de Dios eterna».

LA SALA DEL SIGLO XVI.

Junto a la Torre de Maldonado, existe un pasillo a través del cual, después de sobrepasar un arco de herradura, accedemos a la siguiente sala del recinto, la Sala de la Armadura Mudéjar.

Sala de la Armadura Mudéjar: Datada del siglo XVI, de esta sala se ha conservado una bella armadura de madera de sección trapezoidal. Hoy rehabilitada, se ha mantenido en su lugar de origen. En el centro de la armadura se conserva a modo decorativo una piña de mocárabes.

“En la Sala de la Armadura Mudéjar se hospedó Felipe IV en 1625 en su visita a la ciudad de Málaga.”

También formó parte del espacio donde vivía el alcaide de la alcazaba en época cristiana.

Actualmente existe en el centro de la sala una maqueta de la alcazaba realizada en 1960.

EL PALACIO DE ÉPOCA NAZARÍ.

Una vez conocido el Palacio de Taifas, pasamos a conocer el Palacio Nazarí, conformado por dos patios abiertos al público. Esta zona está bastante restaurada, habiéndose encontrado la planta de la construcción, los huecos de puertas y las albercas, en base a las cuales se levantaron las edificaciones actuales.

Patio de los Naranjos: El primero de los patios del Palacio Nazarí es el de los Naranjos. En él se enfrentan dos pabellones al norte y sur con habitaciones a cada lado con usos museísticos.

«En el pabellón sur se encuentra el ascensor, por el que puede accederse a través de la Calle Guillén Sotelo, para subir directamente a la zona más alta del recinto sin tener que recorrer las Fortificaciones de Ingreso.»

Del Patio de los Naranjos se conservaron las dos alberquillas con sus azulejos. El resto del edificio y su decoración se construyó en el siglo XX en base a los restos arqueológicos encontrados.

Patio de la Alberca: Junto al Patio de los Naranjos, se encuentra el Patio de la Alberca o del Arrayán. Como su propio nombre indica, en el centro del mismo existe una alberca donde se almacena agua con fines decorativos. En sus dos extremos, se erigen dos pabellones que al igual que los anteriores tienen usos museísticos.

En esta zona se conserva parte del pavimento original. 

EL RECORRIDO DIDÁCTICO DEL PALACIO NAZARÍ.

Recorrido didáctico: Como hablamos con anterioridad, los dos pabellones anteriores tienen habitaciones de uso museístico. Y es que existe un recorrido didáctico titulado “Técnicas y usos de la cerámica en la Málaga musulmana de los siglos XI-XV”, donde se ha tratado de exponer el proceso de fabricación y distribución de la cerámica en época musulmana, mostrando algunas piezas originales, así como una recreación de uno de los hornos donde se cocían los utensilios.

Al otro lado del Patio de los Naranjos y del Patio de la Alberca, existe una zona cerrada al público que comprende el Patio del Aljibe y el Barrio Castrense, que describimos a continuación.

Patio del Aljibe: A día de hoy, no se sabe a ciencia cierta si este patio perteneció al palacio, o si sin embargo formó parte de una de las viviendas del Barrio Castrense. Sea como fuere, actualmente se ubica en él el Taller de Restauración de la Alcazaba.

El patio se articula en torno a un aljibe, de casi 25m² que ocupa gran parte del mismo.

EL BARRIO DE VIVIENDAS DEL SIGLO XI.

Barrio Castrense: Un conjunto de 8 viviendas componen una de las partes más impresionantes de la alcazaba, el Barrio Castrense.

Esta zona, a diferencia de los restos encontrados en el Palacio Nazarí, se descubrió en un estado de conservación muy bueno, debido en gran parte a que desde su construcción en el siglo XI, no se ha edificado sobre ellos.

«En éste se demuestra el grado de civilización del urbanismo de la época, que contaba con saneamiento, retretes en cada una de las casas, así como con un sistema de recogida de aguas pluviales y residuales para evacuarlas fuera del recinto.»

El barrio se compone de calles muy estrechas que recorren las cinco manzanas, y de casas levantadas alrededor de un patio interior, a donde daban las habitaciones. Para acceder a las viviendas, se había de pasar por una entrada en recodo, que ayudaba a preservar la intimidad de las familias que vivían en ellas.

Por otra parte, se encontró un baño de una de las casas de mayor tamaño dotado con todo tipo de facilidades, leñera, retrete y caldera.

Muchas de estas casas tenían incluso dos plantas, hecho que se ha constatado gracias a los restos de los arranques de las escaleras encontradas en varias de ellas.

En cuanto a las personas que las habitaban, solían ser aquellas que trabajaban en el servicio al rey o gobernante, aunque se piensa que las casas más grandes podían pertenecer a las personas con cargos relacionados con el mandatario.

«En este barrio podrían haber vivido alrededor de unas 50 personas.»

Algunas de las viviendas fueron reconstruidas en la rehabilitación llevada a cabo en la zona en la década de 1970. Otras, se protegieron con una techumbre para evitar su deterioro.

En definitiva, se trata de una zona cerrada al público por el momento, pero que se plantea como uno de los puntos de mayor importancia de la fortaleza, debido en gran parte al buen estado en el que se encontró, que lo ha llevado a ser el barrio mejor conservado del siglo XI en España.

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