RECORRIDO POR LA ALCAZABA

La Alcazaba de Málaga comprende una extensión de unos 14.200 m2, de los cuales 7.000 son superficie construida. Aproximadamente la mitad de este espacio está compuesto por edificaciones militares. La otra mitad de sus construcciones tiene usos civiles. Vamos a realizar este recorrido por la Alcazaba para conocer a fondo todos sus rincones.

En primer lugar, la fortaleza presenta una planta totalmente irregular. Esta se adapta en todo momento a la orografía del terreno, lo que favorece su defensa. Su acceso se llevaba a cabo desde la ciudad, a través de la misma puerta por la que tiene su entrada en la actualidad.

«Su difícil ingreso la ha llevado a convertirse en una de las fortalezas mejores defendidas del mundo. Es comparable únicamente con los castillos de los templarios en Siria, siendo su mejor ejemplo el Castillo del Krac de los Caballeros, que posee una estructura similar.»

RECINTOS DE LA ALCAZABA DE MÁLAGA.

Para su mejor protección, la alcazaba estaba compuesta por varios recintos, separados unos de otros. Estos desempeñaban distintos cometidos.

En un primer momento, la fortaleza contaba con cuatro espacios bien diferenciados, de los que solo se han conservado tres.

El primero de ellos, el más externo, es el conocido como Haza Baja de la Alcazaba. Se trata sin embargo del único espacio que no ha perdurado en el tiempo.

A continuación, se encontraba el espacio conocido como Fortificaciones de Ingreso. Aquí se agrupaban la mayoría de elementos defensivos de la fortaleza. Su cometido era el de dificultar al enemigo el acceso a la zona palaciega.

Seguidamente, y como un anillo que envuelve a otro, destacaba el Recinto Inferior. Este rodeaba al Recinto Superior y quedaba rodeado a su vez por las Fortificaciones de Ingreso. Por lo tanto, se trataba de una zona intermedia, donde podían encontrarse, tanto elementos de la vida cotidiana de los soldados, como un pozo, un silo o una mezquita, como otros componentes de carácter puramente militar, como torres y mazmorras.

«A pesar del paso del tiempo, en la alcazaba aún se han podido conservar algunas de sus mazmorras y sus silos.»

Finalmente, existía un último espacio conocido como Recinto Superior. Tenía un carácter meramente residencial y administrativo, y se encontraba cercado por todos los sectores anteriores.

Es aquí donde se levantaba la zona palaciega, así como el barrio de viviendas donde habitaban las personas que se encontraban al servicio del rey. Era el llamado Barrio Castrense.

Así, quedaba formado este conjunto defensivo de vital importancia para la protección de la ciudad y su rey o gobernador.

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