LAS CALLES DE LA MEDINA

La medina se configuraba con un trazado de calles laberínticas. Lo que dificultaba en gran medida el avance de tropas enemigas en caso de ataque. También permitía la ejecución de emboscadas por parte de los soldados musulmanes.

Por otro lado, las vías solían ser muy estrechas, a fin de que el sol penetrase por estas durante el menor tiempo posible, haciendo de esta forma las casas mucho más frescas, y permitiendo al ciudadano moverse con mayor ligereza en los calurosos meses de verano.

«Existían también pequeñas plazas, que surgían de manera repentina abriendo diminutos espacios en este entramado de calles.»

Había una plaza principal, llamada de las Cuatro Calles, situada en la actual Plaza de la Constitución, aunque en su origen fuese de menor dimensión. En esta desembocaban, como su propio nombre indica, las cuatro vías principales de la medina.

La calle Granada, que unía una de las puertas de acceso de la ciudad con el centro de la misma. Por otra parte, la calle Santa María, antes Mercaderes, que unía también la Mezquita Aljama con la plaza. Por último, la calle de los Guardas, hoy Compañía, y la de Especerías, que aún conserva su nombre. 

Otras avenidas importantes eran calle Revueltas, calle Pozos Dulces o calle de los Labradores.

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