EDIFICIOS RELIGIOSOS

Los edificios religiosos eran muy importantes para las ciudades musulmanas. Por eso, las calles y plazas de la ciudad solían desarrollarse en torno a uno de los elementos más destacados de la misma, la Mezquita Aljama.

LA MEZQUITA PRINCIPAL DE LA MEDINA

En el momento de su construcción en el siglo XI, la mezquita principal medía alrededor de unos veinte metros. Se dividía en cinco naves con arcos de herradura. Ya en el siglo XII, la mezquita fue ampliada por los Almohades, aumentando su superficie. En épocas posteriores continuaron las ampliaciones. A la llegada de los Reyes Católicos, contaba con trece naves y un gran patio de naranjos. Finalmente, los reyes Isabel y Fernando terminaron consagrando la mezquita como catedral de la ciudad en 1487.

«El único resto que se ha conservado de la Mezquita Aljama es una esquina de ladrillo situada en la Iglesia del Sagrario.»

Es por ello que, el templo musulmán ocupaba el espacio que hoy abarcan la Iglesia del Sagrario, el lateral norte de la Catedral, y los jardines catedralicios.

Además de su uso religioso, la mezquita cumplía otras funciones sociales de importancia. Sobre todo de índole política y educativa.

LA MADRASA DE LA MEDINA

Junto a la mezquita se encontraba también la Madrasa, que era una escuela de estudios superiores islámicos.

LAS MEZQUITAS MENORES Y LAS RIBATS DE LA MEDINA

La ciudad contaba asimismo con otras Mezquitas Menores. Las mismas quedaban repartidas a lo largo y ancho de la urbe, con el fin de que todos sus habitantes pudiesen asistir, independientemente del lugar de la medina donde residiesen. Se han llegado a contabilizar hasta un total de cincuenta y tres mezquitas.

Otro de los elementos religiosos que componían la ciudad eran los Ribats. Eran una especie de ermita o convento fortificado situado a las afueras de la medina.

LA MAQBARA DE LA MEDINA

El cementerio o Maqbara era una parte de especial relevancia. La necrópolis estaba situada en las faldas del Monte de Gibralfaro, cercano al Arrabal de la Fontanella. Este ocupaba tal extensión, que desde un extremo era imposible ver el final del mismo. Tanto es así, que la necrópolis se prolongaba desde la ladera norte del monte, hasta el actual barrio de El Ejido.

Generalmente, los cementerios se encontraban fuera de la zona amurallada de la ciudad, junto a uno de los caminos que dirigían a ella, y normalmente cerca de una de las puertas de acceso, en este caso de la Puerta de Granada.

El Maqbara malagueño era conocido como de al-Musallá, y en su interior se integraban otros elementos como las mezquitas funerarias, los mausoleos o los oratorios funerarios. Además, estaba lleno de jardines, y sus tumbas estaban decoradas con elementos de yeso y estelas con inscripciones.

«Actualmente, la necrópolis musulmana de Málaga está  considerada como la mejor conservada de España.»

LAS SINAGOGAS DE LA MEDINA

La presencia judía en la ciudad musulmana de Málaga también fue de gran importancia. Pese a la gran represión que sufrió esta comunidad en época almohade, esta supo recomponerse, convirtiéndose en el periodo nazarí en una de las concentraciones israelitas más importantes de la Andalucía oriental.

Y es que, aunque no nos hayan llegado vestigios de ello, se sabe con seguridad que en la ciudad también se erigía una Sinagoga Judía. Esta quedaba posiblemente ubicada entre las calles Granada y Postigo de San Agustín.

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