REHABILITACIÓN DE LA ALCAZABA

La fortaleza de Málaga fue declarada monumento protegido en 1931. En este momento, dan comienzo las primeras obras de rehabilitación de la alcazaba.

En 1933, Ricardo de Orueta, Director General de Bellas Artes de Málaga, empieza con las gestiones necesarias. Pretendía adquirir las viviendas y solares del interior, para poder dar inicio al derribo de las mismas.

Las obras, costeadas por ayuntamiento y estado, se centraron en principio en la recuperación y restauración de la zona palaciega. Aunque eran pocos los restos que se esperaban encontrar en este espacio.

Fue a lo largo de la década de 1930 cuando, por sorpresa de todos, comienzan a aparecer los primeros vestigios del palacio original.

«Los restos del palacio de taifa fueron descubiertos en un buen estado de conservación. Pese a haber estado escondidos bajo las casas del barrio por más de un siglo.»

La alcazaba va alcanzando su aspecto actual gracias a arquitectos y otros participantes en la recuperación del monumento.

Expertos y personalidades como Torres Balvás, Juan Temboury, Ricardo de Orueta, González Edo, Fernando Guerrero Strachan o Francisco Prieto Moreno. Estos y otros ayudaron a que la alcazaba se haya convertido en la fortaleza medieval musulmana mejor conservada de España.

«Juan Temboury es uno de los estudiosos que más estudió la Alcazaba de Málaga a lo largo de su vida.»

Es en los años 50, cuando se considera finalizado todo el proceso de recuperación del recinto. A partir de entonces, las intervenciones de mantenimiento no han cesado. Actualmente, alrededor del  60% del espacio se encuentra abierto al público.

Y es que aún a día de hoy, la alcazaba sigue sorprendiendo a todo aquel que se adentra en su estudio en profundidad.

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