EL REINO NAZARÍ DE GRANADA

Mientras los cristianos continúan avanzando en la conquista peninsular, surge con fuerza una nueva dinastía musulmana. Esta dominaría el sur de la península durante más de doscientos años, y formarían el Reino Nazarí de Granada. La conquista Nazarí se vio favorecida por la debilidad de los Reinos de Taifas. 

Es en el año 1232 cuando, el noble nazarí Mohamed Ben-Nazar, conocido como Alhamar “El Rojo”, se proclama sultán. Esta especie de jefe militar, asentó su centro de poder en Jaén.

LOS CONFLICTOS ENTRE MUHAMMAD I Y FERNANDO III.

Las batallas entre Alhamar El Rojo y el rey castellano Fernando III se suceden. Aunque bien es cierto que, en un principio existieron numerosos acuerdos entre ambos. Es a lo largo del año 1238, cuando el sultán logra hacerse con Almería, Málaga y Granada, donde acaba trasladándose.

«La ciudad de Málaga se convierte desde entonces en el puerto principal del Reino Nazarí de Granada.»

Allí se declara gobernador del Reino Nazarí de Granada, bajo el nombre de Muhammad I. En este momento comienza a organizar su nuevo estado alrededor de la capital granadina. Desde entonces, serán más de veinte los sultanes nazaríes que se sucederán en el poder.

Fernando III logra dominar ciudades como Jaén y Córdoba, mientras que Muhammad I llega a gobernar las ciudades de Granada, Málaga y Almería en tu totalidad, y parte de las provincias de Jaén, Murcia y Cádiz.

Aunque, bien es cierto que, este territorio fue reduciéndose progresivamente ante las incursiones cristianas, quedando finalmente bajo dominio nazarí las actuales provincias de Granada, Málaga y Almería, mencionadas anteriormente. En este entonces, el territorio musulmán quedó dividido en distritos administrativos llamados Tahas.

«El Reino Nazarí de Granada fue el último territorio musulmán de la Península Ibérica antes de la conquista cristiana.»

LA CIUDAD DE MÁLAGA DURANTE EL REINO NAZARÍ DE GRANADA.

Debido a su posición geográfica, que le permitió ser un punto clave del intercambio comercial entre la Península Ibérica y el Magreb, el emirato granadino vivió una época de esplendor y prosperidad.

A lo largo de este periodo, la ciudad de Málaga es convertida en la puerta marítima del Reino Nazarí. Sobre todo tras la alianza económico-comercial firmada en 1279 por Muhammad II con la República de Génova.

El puerto de Málaga fue además nexo de unión entre el Mediterráneo y el Atlántico. Se llegaron a establecer rutas comerciales con el lejano oeste.

«De este momento se conservan en Málaga los restos del conocido como Castillo de los Genoveses. Estaba ubicado en la actual Plaza de la Marina.»

Asimismo, Málaga quedaba regida por un cadí, un príncipe nazarí considerado como delegado del sultán, y que se encontraba rodeado de gente que le ayudaba en sus labores, como los secretarios o juristas. Este cadí habitaba en la zona palaciega de la Alcazaba, la misma que siglos antes había servido de residencia a los reyes de taifas.

La próspera ciudad de Málaga llegó a alcanzar hasta 15000 habitantes, que trabajaban y vivían de la industria de las atarazanas, de las exportaciones comerciales, de la producción de cuero, piel, metalistería y cerámica, así como del cultivo de árboles frutales como la almendra, los viñeros o los higos, entre otros.

«Málaga vivió una época de esplendor en cuanto al comercio y la industria se refiere.»

EL DECLIVE DEL REINO NAZARÍ DE GRANADA.

Esta época de grandeza del Reino Nazarí de Granada, se vio favorecida por la Guerra Civil de Castilla, que trajo momentos de paz para los musulmanes.

Pero, con el fin de este conflicto interno en el año 1480, y la consolidación de Isabel I en el trono, unido a una crisis política y económica que sacudió al emirato en ese mismo instante, hacen que, a partir del año 1484, los Reyes Católicos comiencen a desarrollar una serie de asedios con novedosa artillería que pondrían el punto y final al dominio musulmán en la Península Ibérica.

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